Hago un descanso de la paliza a escribir que me estoy metiendo en las últimas 48 horas porque he recordado algo que es imposible no me asalte la cabeza cada 5 minutos.
En noviembre de este año se estrenará la tercera versión (declarada y oficial) de "Soy Leyenda", la estupenda novela de Richard Matheson.
Primero fue una simpática (y horrorosa) película italiana con Vincent Price de por medio, segundo fue el esperpento de Boris Sagal con Charlton Heston filtrando la sangre de los niños vampiro, pero nada de eso parece ser lo peor comparado con las imágenes que empiezan a llegar de la nueva adaptación.
El nuevo "Soy leyenda" parece ser una película de chico con pistolas y coche molón en lugar de una parábola futurista sobre el desarrollo de la guerra bactereológica y, principalmente, sobre el rol que juega el sexo en nuestro comportamiento (volver a follar es la mayor obsesión de Neville). Parece ser una continuación en estilo y decepción del "Yo, Robot" que también protagonizara Smith hace unos años.
Y no me voy a poner pesado con que Smith sea negro y el protagonista de la novela no, porque tampoco le cambiaría demasiadas cosas al personaje siendo blanco. Además, si la acción ha cambiado de un barrio residencial al Nueva York más urbano, quizá sea mejor así. Pero lo que no puedo entender es lo que le ven a Smith, máxime cuando por las fotos que se han visto, le han puesto un perrito como compañero de aventuras para que el pobre Neville tenga justificación a la hora de hablar con alguien (para los no iniciados, "Soy Leyenda" narra la historia de el último hombre vivo... hombre vivo, porque hombres no-muertos los hay a patadas en la novela).
En definitiva, que se avecina polémica entre los fans de Matheson y el resto del mundo. De momento nos quedará el trailer para ir afilando las estacas, ya que irá con "Ocean's Thirteen".
