Sunday, February 18, 2007

Dedicado a Ce, por decepcionarla.

Estoy comiendo y, al dar un bocado, noto que todos mis dientes se parten y que mi boca se llena de sus restos. En un primer momento pienso en lo tonto que soy por masticar con demasiada fuerza.
Noto que los dientes se deslizan hacia la laringe. Noto que me falta el aire. Me arrodillo e intento vomitarlos, no hay manera. No consigo respirar mientras me cortan por dentro, como un millar de alfileres. Toso y me retuerzo en el suelo. Un incisivo asoma por mi cuello, tiro de él y lo extraigo, me están desgarrando.
Me arrastro por el suelo y cojo el teléfono para llamar a urgencias. La voz del otro lado no consigue entenderme, no consigo articular palabra. Dice que no me preocupe, que localizarán la llamada y llegarán en cuestión de segundos. No les creo.
Pienso en que todo se soluciona con beber agua, eso decía mi abuela cuando me atragantaba. Intento abrir el grifo pero no lo consigo, siento que lo toco pero el grifo no da vueltas. En ese momento, me doy cuenta de que me falta el brazo derecho, puedo sentirlo pero mi brazo no está ahí.
Miro mi brazo izquierdo y compruebo que existe, me falta el aire y dentro de poco moriré. Empiezo a marearme e intento abrir el grifo, pero tan pronto como acerco la mano, ésta desaparece. No tengo brazos.
Intento ponerme en pie pero caigo al suelo, mis pies ya no existen.
De rodillas, consigo tirar un cuchillo hasta el suelo. Sostengo la empuñadura entre las rodillas y pienso en clavármelo en la garganta, puedo olvidar muchas palabras pero jamás “traqueotomía”. Con fuerza, levanto la cabeza, dispuesto a coger tanto impulso que sea posible hacer que mi cuello llegue hasta mis rodillas. A gran velocidad bajo la cabeza, pero tan pronto como lo hago, el cuchillo cae al suelo. No tengo piernas, aunque no he dejado de sentirlas
Mi vista se nubla. Soy un tronco que se asfixia sobre el suelo de una cocina. Llaman al timbre, pero yo no puedo contestar. Doy golpes con la cabeza y alguien, al otro lado, amenaza con tirar la puerta abajo. Siento que me he ido muriendo poco a poco, primero mis brazos, luego mis pies, mis piernas y ahora, ahora todo lo demás.
La puerta cae al suelo violentamente. Ya no tengo tronco ni cabeza. Los de la ambulancia gritan si hay alguien en la casa. Están a mi lado, intento moverme desde el suelo pero ellos no pueden verme. No pueden verme porque yo ya estoy muerto.

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