Tuesday, March 24, 2009

Otra historia del tiempo

Tengo un Oscar en la mano. La gente aplaude y estoy contento porque sé que me lo merezco. Abro la boca para decir el discurso que me preparé de niño pero no consigo recordarlo. Era algo de hablar de Mark Hammill e Ingrid Bergman y de mencionar por algo a Whoopi Goldberg, pero no consigo recordarlo. No consigo hacerlo porque hay un ruido que no me deja concentrarme.

Abro los ojos. Soy un niño de 14 años que se ha quedado solo en casa y al que despierta el telefonillo. Corro a cogerlo y mis amigos me preguntan si voy a bajar a jugar al fútbol. Podría ser la primera escena de una película ñoña o el arranque de una mala novela. Sin embargo, es una escena de mi vida.

Tengo 28 años, casi 29 y hoy me he quedado dormido escribiendo. Tengo una película por resucitar, un libro por terminar, una obra de teatro por escribir, proyectos por rescatar e ideas por mover. Tengo casi 29 años, no tengo trabajo y las buenas cosas de mi vida llevan detrás un imposible "por". Suena un telefonillo y me despierto; no interrumpe ningún sueño porque hace tiempo olvidé lo que son. Corro a contestarlo para ver si hay suerte y me preguntan si quiero jugar al fútbol y descubro que he soñado que era mayor. Descuelgo y pregunto quién es.

- Su telepizza, señor.

No comments:

Post a Comment