Mi buen amigo Rodri(go!) y su hermano Pablo han abierto un estudio de comics llamado “Studio Next Door”. Conozco a Rodri(go!) desde hace ya tres años, él era un neoyorquino reciclado en madrileño que leía “El señor de la noche” y yo, alguien que hacia ya algunos años había reducido su presupuesto mensual de comics al mínimo. La cosa es que acabo de terminar para él un guión que espero sea el primero de muchas cosas que (por fin) hagamos juntos.
Esto de escribir guiones de comics no es algo fácil. La primera vez que te lo proponen piensas que no será complicado pero luego llegas, miras el formato que se usa profesionalmente y te das cuenta que en este campo el guionista tiene un poder de decisión mucho mayor que en cualquier otro medio. Es curioso que el desglose en viñetas, el seleccionar el número y el concretar las acciones sea un trabajo que recaiga sobre el autor del guión (luego, lo piensas fríamente y tiene su lógica). De hecho, es un proceso de trabajo que recuerda al de los guionistas de cine de los años 20, que detallaban en la columna de acción los planos que debía de hacer el director.
A estas alturas, trabajar con tanta libertad es abrumador y, a veces, casi prefiero dejar las viñetas/planos un poco en el aire para que sean las manos de él las que acaben por verificar si lo que he pensado está bien o mal. Supongo que con el tiempo le iré pillando el truco.
Según me ha dicho, nuestro proyecto estará listo para el salón del comic de Barcelona y, aunque todavía no tiene nombre, puedo adelantar que tendrá curas y zombies... ¿Acaso no promete esa combinación?... sí, ya sé que en el pack debería incluirse una chica con dos pistolas... pero eso va para otro proyecto, no puedo meter tantas cosas en tan pocas viñetas, todavía no soy tan bueno como Rodri(go!)
Esto de escribir guiones de comics no es algo fácil. La primera vez que te lo proponen piensas que no será complicado pero luego llegas, miras el formato que se usa profesionalmente y te das cuenta que en este campo el guionista tiene un poder de decisión mucho mayor que en cualquier otro medio. Es curioso que el desglose en viñetas, el seleccionar el número y el concretar las acciones sea un trabajo que recaiga sobre el autor del guión (luego, lo piensas fríamente y tiene su lógica). De hecho, es un proceso de trabajo que recuerda al de los guionistas de cine de los años 20, que detallaban en la columna de acción los planos que debía de hacer el director.
A estas alturas, trabajar con tanta libertad es abrumador y, a veces, casi prefiero dejar las viñetas/planos un poco en el aire para que sean las manos de él las que acaben por verificar si lo que he pensado está bien o mal. Supongo que con el tiempo le iré pillando el truco.
Según me ha dicho, nuestro proyecto estará listo para el salón del comic de Barcelona y, aunque todavía no tiene nombre, puedo adelantar que tendrá curas y zombies... ¿Acaso no promete esa combinación?... sí, ya sé que en el pack debería incluirse una chica con dos pistolas... pero eso va para otro proyecto, no puedo meter tantas cosas en tan pocas viñetas, todavía no soy tan bueno como Rodri(go!)
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