"Te lo voy a meter a la catalana", era con lo que amenazaba mi abuela cuando no quería comer. Todo venía porque en tiempos tuvo una vecina de origen catalán y apodada "la catalana" que le metía la cuchara con violencia a su hijo cuando este no quería comer. Mi abuela nunca llegó a hacer uso de esa técnica mediterránea, pero Gallardón lo va a hacer esta noche.
Y es que esto de "Las noches en blanco" me pone de los nervios. "¿Que no quieres cultura?, vale, pues te la disfrazo de botellón y te la meto a la catalana".
La vida cultural madrileña es lo suficientemente rica como para no necesitar de estar chorradas nocturnas en las que la ciudad se colapsa y es imposible entrar a ningún sitio. Máxime cuando lo que interesa a casi todo el mundo es el carácter festivo de la celebración y no el poder ir al Prado de noche (si no has ido nunca de día, no entiendo por qué vas a hacerlo de noche).
Ya me cabreó que durante la legislatura pasada el Gobierno se empeñara en que hasta mi frutero y mi pescadero leyeran "El Quijote", pero la cantidad de dinero (de nuestros impuestos) que el Ayuntamiento se gasta anualmente en esta fiesta y el tono paternalista de "descubrir la belleza del saber" me resultan pornografía cultural (y barata). Como si dieran por hecho que a todo el mundo le interesa ver alguna de las múltiples gafapastadas que esta noche van a tener lugar, y lo que es peor, como si pensaran que al que no le ha dado por coger en su vida un libro (una opción inteligente como otra cualquiera), va a cogerlo después de una "noche en blanco".
Mejor nos iría a todos si no abaratásemos la cultura (que luego pasa lo que pasa con los P2P) y gastásemos ese dinero en lo que de verdad hay que gastarlo: Las fiestas populares y verbenas que componen la historia cultural de Madrid (y el que no crea que estas están en peligro de extinción, que se pase por las fiestas de "La melonera", que están teniendo lugar justo estos días)...
Claro, que ahora que lo pienso, las fiestas populares no salen en la tele.
A pesar de todo, esta noche salgo. Mañana lo cuento.
Y es que esto de "Las noches en blanco" me pone de los nervios. "¿Que no quieres cultura?, vale, pues te la disfrazo de botellón y te la meto a la catalana".
La vida cultural madrileña es lo suficientemente rica como para no necesitar de estar chorradas nocturnas en las que la ciudad se colapsa y es imposible entrar a ningún sitio. Máxime cuando lo que interesa a casi todo el mundo es el carácter festivo de la celebración y no el poder ir al Prado de noche (si no has ido nunca de día, no entiendo por qué vas a hacerlo de noche).
Ya me cabreó que durante la legislatura pasada el Gobierno se empeñara en que hasta mi frutero y mi pescadero leyeran "El Quijote", pero la cantidad de dinero (de nuestros impuestos) que el Ayuntamiento se gasta anualmente en esta fiesta y el tono paternalista de "descubrir la belleza del saber" me resultan pornografía cultural (y barata). Como si dieran por hecho que a todo el mundo le interesa ver alguna de las múltiples gafapastadas que esta noche van a tener lugar, y lo que es peor, como si pensaran que al que no le ha dado por coger en su vida un libro (una opción inteligente como otra cualquiera), va a cogerlo después de una "noche en blanco".
Mejor nos iría a todos si no abaratásemos la cultura (que luego pasa lo que pasa con los P2P) y gastásemos ese dinero en lo que de verdad hay que gastarlo: Las fiestas populares y verbenas que componen la historia cultural de Madrid (y el que no crea que estas están en peligro de extinción, que se pase por las fiestas de "La melonera", que están teniendo lugar justo estos días)...Claro, que ahora que lo pienso, las fiestas populares no salen en la tele.
A pesar de todo, esta noche salgo. Mañana lo cuento.
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