- El monstruo que ataca Estados Unidos lleva parásitos pegados a su cuerpo, son monstruos también, pero infinitamente más pequeños. Mientras que el bicho grande destruye edificios, ellos atacan a las personas.
No sé si al final el rumor se habrá confirmado (la peli ya se ha estrenado en los USA), pero la verdad es que eso de los parásitos me recuerda a un tipo de personas que es frecuente encontrar en el cine: Los (sí, también los llamo así) parásitos.
Los parásitos del cine son siempre iguales; te matan si eres más pequeño que ellos pero si eres más grande te atacan por la espalda.
Los parásitos del cine siempre hablan mal de ti, seas bueno o malo, amigo o enemigo. Es su forma de recordarle al mundo que son parásitos.
Los parásitos del cine no saben que son parásitos, simplemente piensan que todavía no les ha dado tiempo a crecer. Mientras que sus deseos de crecer se autoalimentan eternamente, se agarran a la espalda de un monstruo grande que les proporcione trabajo mientras se destruye la ciudad.
Los parásitos del cine son juguetes rotos, (si es que alguna vez fueron juguetes) y en lugar de intentar arreglarse, creen que saben más que nadie.
Los parásitos del cine, nunca dirán nada bueno de alguien que está dentro de su radio de acción.
Los parásitos del cine, si leyeran la frase anterior solamente se pararían a pensar en que hay una coma entre el sujeto y el predicado. Nada más tendría sentido para ellos.
Los parásitos del cine saben que la envidia es el deporte nacional pero creen que son los únicos que no lo practican.
Los parásitos del cine son muy peligrosos y hay que estar bien armado para cargárselos.
Hay dos tipos de parásitos del cine: Los que lo saben todo y los que no saben nada. Ambos son igual de letales.
Estoy harto de los parásitos y si todavía no he comprado un insecticida es porque sospecho que puedo morir al respirarlo.
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